jueves, 16 de febrero de 2017

Banca electrónica


  1. Consejos finales
¿El contenido es sospechoso? Sé precavido ante los correos que dicen provenir de entidades bancarias con mensajes sospechosos.
¿La escritura es correcta? Un banco ha de cuidar su imagen. Si hay errores en el texto, sospecha.
¿El correo va personalizado? Nuestro banco conoce nuestro nombre, si nos envía un correo, lo utilizará. Si recibes comunicaciones anónimas dirigidas a “Estimado cliente”, “Notificación a usuario” o “Querido amigo”, es un indicio que te debe poner alerta.
¿Es necesario hacer algo urgente? Si nos obliga a tomar una decisión en unas pocas horas, es mala señal. Contrasta en la web de tu banco o en su número de teléfono si la urgencia es real o no.
¿El enlace es real? Revisa si el texto del enlace coincide con la dirección a la que apunta.
¿Quién envía el correo? Si recibes la comunicación de un buzón de correo tipo @gmail.com o @hotmail.com, ¡sospecha!
¿Qué tipo de información te piden? En este caso, puedes aplicar la ecuación: datos bancarios + datos personales = fraude.
¿La escritura es correcta?
Fallos semánticos: artículos el ó la intercambiados.
Palabras con símbolos extraños: donde deberían estar palabras acentuadas como por ejemplo: “Descripción”. Este caso aparece al intentar escribir vocales acentuadas en un teclado no español.
Frases mal construidas: “Este sistema está construido en la utilización de una pregunta secreta y respuesta”.

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